**Sergio Rodríguez C. Actualizado 26/08/2025 – 18:29 CET**

Aurélien Tchouaméni llegó al Real Madrid con la elegancia típica de los mediocampistas franceses, pero su adaptación al ritmo del Santiago Bernabéu requería más que solo talento. En su cuarta temporada, bajo la dirección de Xabi Alonso, ha recuperado su mejor versión.

La llegada de Xabi ha revitalizado al equipo, y Tchouaméni ha sabido aprovecharlo. Ahora tiene la libertad para moverse en zonas más peligrosas, crear juego y dar esos pases decisivos.

El francés, que costó 80 millones tras brillar en Mónaco, ha demostrado su ADN dominante en el campo. Aunque la temporada pasada tuvo que jugar como central, esa experiencia le ayudó a mejorar su comprensión del juego. Bajo Xabi, ha alternado entre ser un ancla defensiva y un motor ofensivo, lo que se refleja en su mapa de calor en los partidos contra Osasuna y Oviedo.

En comparación con la temporada pasada, Tchouaméni ha reducido sus toques de balón, pero su influencia en el juego ha crecido. Ahora, se posiciona mejor para generar peligro y participar en las segundas jugadas, consolidándose como un jugador clave en el esquema de Xabi. 

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