En el año 2016, el Real Madrid se enfrentó al Atlético de Madrid en una emocionante eliminatoria de la Champions League que se decidió en una tanda de penaltis. Aunque los blancos sufrieron una derrota en el Metropolitano, lograron avanzar gracias a su destreza desde los once metros. Connor Gallagher sorprendió a todos al abrir el marcador a los 30 segundos, dejando al Madrid en una situación complicada en una primera mitad que no fue nada brillante para ellos.

El equipo merengue se sintió perjudicado por un penalti no señalado tras una mano de Giuliano Simeone, y Vinícius también falló una oportunidad clara en la segunda parte. La tanda de penaltis fue decisiva, y Rüdiger se convirtió en el héroe tras los errores de Julián y Llorente.

Carlo Ancelotti decidió alinear a su mejor equipo para este crucial encuentro. Luka Modric ocupó el centro del campo junto a Tchouaméni y Bellingham, mientras que Kylian Mbappé, a pesar de sus molestias, comenzó como titular.

El partido comenzó de la peor manera posible para el Madrid. A los 30 segundos, Gallagher empató la eliminatoria en una jugada en la que Asencio no pudo despejar. Los jugadores del Real Madrid, sorprendidos, intentaron reaccionar y dominar el balón, pero les costó encontrar claridad en sus acciones. El Atlético, por su parte, se replegó y buscó hacer daño al contragolpe.

La primera polémica llegó a los 19 minutos, cuando un centro de Vinícius tocó claramente la mano de Giuliano, pero el árbitro Szymon Marciniak ignoró las protestas del Madrid. El Atlético, cómodo en el campo, probó a Thibaut Courtois con un gran tiro de Julián Álvarez, que fue bien detenido por el belga. La respuesta del Madrid fue un disparo flojo de Rodrygo que terminó en las manos de Oblak. Sin mucha agresividad, el equipo blanco presionó de manera tímida.

Defensivamente, el Madrid seguía sufriendo. Julián Álvarez volvió a intentarlo, pero Courtois estuvo atento para desviar su potente disparo. El primer tiempo fue un verdadero desafío para el vigente campeón de Europa, que no lograba encontrar su ritmo.

La segunda mitad comenzó como la primera, con un remate potente de Julián Álvarez que Courtois volvió a detener. El argentino se convirtió en la mayor amenaza del Atlético, mientras que Luka Modric intentaba aportar algo de claridad al juego del Madrid.

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