El Real Madrid ha vuelto a experimentar una temporada en la que los arbitrajes en España siguen siendo un tema polémico. En la primera jornada, el Barça logró un gol mientras un jugador rival estaba tendido en el suelo, mareado. Además, se les perdonó una clara expulsión, mientras que el Mallorca se quedó con solo 9 jugadores en la primera mitad. Pero esto no fue un caso aislado; en la segunda jornada, el partido contra el Oviedo también estuvo lleno de controversias. El Madrid reclamó dos penaltis por agarrones que, curiosamente, sí se sancionaron en el Mundial de Clubes.

La situación se volvió aún más tensa cuando De Burgos Bengoetxea hizo un gesto a Vinicius tras su gol, que puso el marcador 0-3. El brasileño, al celebrar, le pidió al árbitro que se alejara de esa zona, quizás para evitar un momento incómodo. Esto ha indignado a muchos aficionados del Madrid, ya que parece que se quiere limitar la libertad de los madridistas para celebrar sus goles. A otros equipos se les permite disfrutar de sus tantos sin problemas, pero en el caso de Vinicius, el árbitro parecía tener prisa por que se alejara.

Además, se han difundido imágenes de Vinicius celebrando con Mbappé, donde se le ha descontextualizado para dar a entender que había dicho algo grave. La realidad es que fue el árbitro quien comenzó a hacerle gestos para que dejara de celebrar y regresara a su campo, justo un segundo después de que el balón entrara en la portería.

Y no solo eso, sino que muchos han pasado por alto lo que ocurrió en el Carlos Tartiere. Vinicius, que nunca había jugado allí, fue recibido con hostilidad, soportando cánticos e insultos incluso antes de pisar el campo. La situación ha sido complicada y ha dejado claro que el ambiente en torno a él sigue siendo tenso.

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