**AMALIO MORATALLA**
*Actualizado 20/05/2025 – 11:26 CEST*

El fútbol profesional es implacable: lo que importa son los resultados, no los méritos ni la buena voluntad. Sin embargo, hay jugadores excepcionales, como Modric, que merecen un trato especial. La justicia no consiste en aplicar las mismas reglas a todos, ya que eso puede llevar a grandes injusticias.

No tengo información sobre su futuro, pero sé que su nuevo entrenador, un ex compañero, lo valora. La edad en el deporte se mide en el campo, y Modric es un claro ejemplo de que hay veteranos que siguen brillando. Su talento y capacidad de liderazgo son innegables, y si fuera por mí, lo renovaría sin dudarlo.

Además, estoy seguro de que llegar a un acuerdo económico con él sería fácil. Modric es consciente de su situación: puede que juegue menos minutos, pero su experiencia es invaluable. Si decide quedarse un año más, será para aportar lo que el entrenador necesite.

No hay razón para despedir a un jugador como él sin más. Al contrario, su presencia puede ser fundamental para guiar a jóvenes talentos. ¿Quién no querría aprender de una leyenda como Modric? Despedirlo ahora sería un error, como ocurrió con Sergio Ramos, cuyo legado aún se siente en el equipo. Jugadores como Modric son únicos y deben aprovecharse hasta el final de su carrera. Alonso lo sabe bien. 

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