El Real Madrid se impuso al Oviedo en el Carlos Tartiere con un contundente 0-3, dejando buenas sensaciones en el campo. Aunque aún hay aspectos que mejorar, poco a poco se empieza a notar una versión más sólida del equipo dirigido por Xabi Alonso. Sin embargo, algunos han intentado desviar la atención hacia otros temas, especialmente en lo que respecta a Vinicius. A pesar de no ser titular, el brasileño se lució con un gol y una asistencia, silenciando a muchos críticos. Pero el antimadridismo no tardó en intentar ponerlo en una mala posición, descontextualizando sus acciones, especialmente cuando hizo un gesto hacia la afición del Oviedo.

Es importante recordar que esta fue la primera vez que Vinicius jugaba en ese estadio, así que no tenía rencores previos. Sin embargo, la afición lo recibió con cánticos, insultos y faltas de respeto antes de que pisara el campo. Desde las gradas, se encargaron de calentar el ambiente, aunque algunos intentan ignorar este detalle. La prensa y los aficionados se enfocan en la reacción de Vinicius sin cuestionar lo que lo llevó a hacer un gesto que, aunque discutible, fue una respuesta a lo que había vivido.

Además, se ha hablado mucho del gesto de Vinicius, pero poco del intento de agresión que sufrió. Durante el partido, le lanzaron una botella de agua desde la grada, algo bastante grave que no pareció preocupar al árbitro en ese momento. Su única reacción fue intentar que Vinicius no celebrara su gol, lo cual resulta sorprendente y vergonzoso. Después de soportar cánticos, insultos y el lanzamiento de la botella, el árbitro, De Burgos, decidió actuar, pero solo para pedirle que se alejara, como si él fuera el culpable por celebrar. Esto explica la reacción de Vini, que ha sido muy comentada, hasta que Mbappé le pidió que se calmara.

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